En muchas ocasiones, los contratos se celebran y comienzan a cumplirse sus efectos, y todo va bien, incluso hasta el límite de renovarlo. Sin embargo, en otras oportunidades es totalmente opuesto y quienes deben cumplirlo no desean continuar, por la razón que sea. Es entonces cuando aplica la rescisión de contrato para eliminar la vigencia de sus efectos.
Recuerda que este artículo es una guía legal, sin embargo, no sustituye la asesoría legal. Si necesitas ayuda contáctanos, con gusto te atenderemos.
En términos legales, la rescisión de contrato implica que cesen los efectos del contrato o la obligación. También define la ineficacia sobrevenida de un negocio jurídico, en el cual no falta ninguno de los elementos ni tampoco hay algún vicio. La rescisión es la acción que impide las consecuencias de un acto y pone término a lo convenido.
Hay varios tipos de rescisión de contrato. En la ley están establecidas tres modalidades:
Una modelo es contratada por un canal de televisión para participar en una producción. En el acuerdo se establece la confidencialidad, y ella cuenta a alguien en confianza sobre el trabajo que hará. Sin embargo, esta persona la traiciona y divulga la información al articulista de una columna de chismes de farándula, que la publica en un periódico. El canal entonces decide anular los efectos del contrato por incumplimiento.
Otro ejemplo lo constituye, por ejemplo, un médico que firma un contrato para prestar servicios en una clínica. Sin embargo, durante la vigencia, el médico es sobrecargado de trabajo y funciones y la clínica se niega a pagar remuneración adicional, por lo que él decide acudir a tribunales y exigir que el contrato se rescinda.
La rescisión de contrato se puede solicitar en dos casos:
Hay dos efectos que se derivan de la rescisión del contrato y son los siguientes:
En el primer caso, se refiere al momento en el cual, buscando la conciliación, las partes acuerdan mediante intervención judicial, cumplir los efectos del contrato en lo sucesivo, ratificándolo.
Por otra parte, en el segundo caso no hay ninguna posibilidad de conciliación. En este sentido, se anulan totalmente los afectos.
Si se requiere la rescisión de un contrato se debe presentar una demanda civil. Se tramita ante los Juzgados de Letras en lo civil donde corresponda. Para hacerlo necesitarás el patrocinio de un abogado, que estudiará el caso y buscará la mejor opción.
Sí, y es incluso recomendable. Incluir una cláusula de rescisión en el contrato es un seguro para ambas partes contratantes. Se denomina como cláusula rescisoria establece que los participantes, previo acuerdo, pueden dejar sin efecto el contrato. Una de las características universales de esta cláusula es que cuando se rescinde el contrato no tiene efecto retroactivo.
En este sentido, lo que establece es que, si se rescinde el contrato, las partes no perderán los beneficios obtenidos ni tendrán que restituirlos. La cláusula rescisoria también puede ser unilateral pero solo de forma excepcional, en los casos en los que lo autoriza la ley.
Hay cuatro situaciones que determinan que se considere una situación de peligro y son:
Con cualquiera de ellas el juez declarará la rescisión por situación de peligro y ordenará la retribución correspondiente.
En el caso de lesión como motivo de la rescisión de contrato, hay tres casos en los que se puede demandar y son:
Los tres casos están establecidos en el artículo 561 del Código Civil.
La ley también establece cuáles contratos no pueden rescindirse por lesión y son: los que se plantean a título gratuito, los aleatorios, las transacciones, ventas judiciales forzosas o voluntarias, los casos expresados en la ley.
Se toma en cuenta el perjuicio resultante en el momento de la conclusión del contrato. Si hay un contrato preliminar, la lesión de aprecia en el día de la firma del contrato definitivo.
La acción rescisoria prescribe cuando se cuentan dos años de concluido el contrato. Igual lapso aplica para la excepción rescisoria.
Se trata de una acción de carácter excepcional, que solo aplica cuando el perjudicado no tiene otro recurso legal para obtener la reparación del perjuicio sufrido.
Hay dos facultades conferidas al demandado en un proceso de rescisión de contrato y son:
En todo caso, se salvan los derechos de buena fe de los terceros.
Una imposibilidad sobreviniente ocurre cuando la prestación (dar, hacer o no hacer) resulta imposible, sin que pueda declararse culpa por la parte que le toca cumplir y no puede.
Si una parte sufre una imposibilidad sobreviniente, no puede obligar a la otra a cumplir con la suya y debe restituir lo ya recibido.
La ley establece también la rescisión de contrato por incumplimiento. Si hay un contrato recíproco y una de las partes incumple, por voluntad propia, la parte que cumplió puede pedir que el contrato de cumpla. También puede pedir que se rescinda el contrato con el resarcimiento del perjuicio.
También puede pedir al juez que se establezca un tiempo prudencial para ejecutar el contrato. Si esto tampoco se cumple se considerará rescindido, y el demandado deberá pagar el perjuicio.
La cláusula resolutoria es un seguro de automático cumplimiento. Se trata de un apartado en el contrato que establece las condiciones que, de darse, producen la resolución del contrato. Para esto no se necesita la intervención judicial.
Si en un contrato una parte cumple y la otra no, le puede solicitar mediante requerimiento notariado que cumpla en un plazo de unos 15 días. Si no lo hace, el contrato adquiere la condición de pleno derecho. El demandado debe resarcir el daño cuando aplique.
Cuando lo que se incumple es de poca gravedad, o no reviste importancia en relación con el interés de la otra parte contratante.
Se parte del básico criterio de que, si una parte no cumple, la otra puede negarse a cumplir por su parte. Las excepciones son si se hubiese convenido algo diferente, o los términos de cumplimiento fuesen diferentes.
Si hay un contrato con varias partes y una incumple la suya, las demás no pueden alegar este incumplimiento para no cumplir las suyas. Esto a menos que esa parte incumplida sea vital para el fin del contrato.
Se aplica en igualdad de condiciones que en la explicación anterior.
La excesiva onerosidad se define como el equilibrio de las prestaciones se altera de manera desproporcionada. Para que se considere, la situación que genere la onerosidad debe ocurrir después de la firma y no se debe presumir ni conocer que va a suceder.
Es otra forma de dejar un contrato sin efectos. Se hace de forma unilateral y quien lo revoca no asume responsabilidad, pero para que aplique debe estar establecida en la ley de manera expresa. Los contratos de mandato, donación o testamento pueden revocarse.
Si se presenta excesiva onerosidad durante la ejecución de un contrato, la contraparte podrá solicitar la resolución del contrato. Sin embargo, no se admitirá si ocurre:
Si se entabla demanda, el demandado podrá ofrecer modificación del contrato antes de la decisión judicial.
Si un contrato establece prestación unilateral, quien resulte perjudicado por excesiva onerosidad puede demandar dos cosas:
El juez se encargará de decidir en ambos sentidos.
No. Este contrato depende de un evento futuro cuyos resultados no se conocen, por lo que no se puede dejar sin efecto un contrato que depende de un acontecimiento futuro que no ha ocurrido.
La asesoría legal es vital para enfrentar un proceso de rescisión de contrato. Nuestro artículo es una guía y en ningún caso sustituye la representación legal. Si usted requiere la ayuda de un abogado, nuestra firma cuenta con amplia experiencia en casos civiles y familiares. Un equipo de abogados expertos está listo para ayudarlo ¡Llámenos!
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